"Nicolás Gómez miente y sólo él sabe a quiénes le entregó a mi hija. Nunca fue con Natalia al parque Pereyra Iraola. Nunca fue asaltado por ningún delincuente que secuestró a mi hija y nunca estuvo encerrado en el baúl de su auto", dijo el padre de la víctima, Juan Di Gallo.
Natalia, tenia 16 años, y salió con Nicolás Gómez, por entonces de 18, la noche del 28 de diciembre de 2003 cuando el joven la pasó a buscar por su casa de Florencio Varela en su Renault 11.
Gómez siempre declaró que aquella noche fueron al parque Pereyra Iraola y cuando estaba con Natalia en la parte trasera del auto, un hombre de barba rompió la luneta del auto, los amenazó con un arma, lo encerró a él en el baúl y secuestró a Natalia, que cuatro días más tarde, el 1 de enero de 2004, apareció asesinada envuelta en bolsas de nailon en el mismo Parque.
La hipótesis de Di Gallo y su abogado, Daniel Mazzocchini, es muy distinta.
"Gómez nunca fue al parque con Natalia. Tenemos acreditado con tres testigos que aquella noche Gómez entregó a Natalia de auto a auto en el kilómetro 29 de la ruta 36", dijo el abogado Mazzocchini.
El letrado explicó que los testigos vieron el Renault 11 de Gómez, que describieron al otro auto como un vehículo nuevo y descapotable con tres o cuatro hombres en su interior, que vieron a una chica menuda como Natalia y que la escucharon gritar.
Di Gallo y Mazzocchini esperan los resultados de una pericia sedimentológica que se inició en el Centro de Investigaciones Geológicas dependiente de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de La Plata y que para ellos es clave para derribar la coartada de Gómez.
