CÓMO ELEGIR UNA COLONIA DE VACACIONES Y PILETAS

El verano se instaló y el calor agobia, y los más chicos de la casa necesitan disfrutar de sus vacaciones, por ello la respuesta está en las colonias. Hay varias cuestiones a tener en cuenta a la hora de elegir una colonia de vacaciones. No todas las propuestas divierten o satisfacen a todos los chicos. Al momento de elegir hay pensar, según sus gustos, sus intereses y sus habilidades sociales. Además hay que tener siempre presente, la seguridad para nuestros hijos en la colonia.

El lugar: a menos que optemos por una actividad en un espacio cerrado, es importante asegurarse de que haya espacios de sombra, cubiertos, para que los chicos no estén todo el día a sol y para contar con la colonia también en los días de lluvia o mal tiempo.
El traslado: no siempre podemos llevar a los chicos nosotros al club o al lugar donde se desarrolla la colonia. A veces, los lugares ofrecen opciones de transporte, que en general no está incluido en la valor de la colonia
El horario: a veces necesitamos que los chicos estén "ocupados" y divertidos muchas horas porque lo exige nuestro trabajo.
El grupo: pregunta sobre la cantidad de chicos por grupo y la cantidad de profesores que se le asigna a cada grupo es clave. Es un signo de cuán personalizado será el cuidado.
La propuesta: en general hay dos opciones, recreativa o deportiva (o ambas). La colonia no debe ser una guardería preguntar qué tipo de actividades están planificadas y cómo estarán organizadas.
La atención médica: es importante pregunta con qué tipo de asistencia cuentan. La pileta: el cuidado de los chicos en la pileta es uno de los temas centrales. Hay que averiguar si hay guardavidas y quién controla a los niños dentro y fuera del agua, si los chicos estarán acompañados en todo momento, etc.

CÓMO EVITAR LAS ENFERMEDADES EN LAS PILETAS
Debido a las altas temperaturas, y el uso frecuente de piletas y natatorios públicos, desde los entes sanitarios recomiendan reforzar medidas preventivas para evitar enfermedades como la pediculosis y el pie de atleta.
Los niños pequeños, las personas con las defensas disminuidas y las embarazadas, son los más propensos a contraerlas. En las piletas el agua está estancada y por lo tanto debe ser tratada con cloro en forma muy cuidadosa para que no sea un medio de transmisión de bacterias, hongos, virus y parásitos.
OJO CON LOS PIOJOS
La pediculosis es una enfermedad que la producen los piojos, parásitos que se contagian por contacto personal o por el uso de elementos como gorras, peines y cepillos. El parásito deposita sus huevos conocidos como “liendres”. Al cabo de una semana aproximadamente, nacen los nuevos piojos, que se alimentan con sangre, tomando cada uno 1 milímetro por día.
Para evitar el contagio se recomienda: Revisar día de por medio la cabeza de los niños y la de los otros miembros de la familia. Lavado frecuente, si es posible diario, con shampoo o jabón común. El último enjuague realizarlo con un chorrito de vinagre blanco, diluido en agua, ya que el vinagre ayuda a desprender las liendres. Luego peinar con peine fino desde la raíz del pelo a la punta. El peine fino es un peine especial cuyas púas están tan próximas que arrastran adherencias indeseadas. Lo ideal es que disten como mucho 0,2 milímetros y que sus puntas sean redondeadas. Se recomienda especialmente lavar con agua caliente peines, fundas, sabanas, gorros, para evitar el recontagio. Colocar gorra de baño en caso de asistir a balnearios públicos, puesto que los piojos no saltan ni vuelan ni nadan en las piscinas, sino que pasan caminando de unas cabezas a otras.
LO QUE NO DEBE HACERSE
No debe usar pediculicidas, salvo que sea indicado por un médico, que lo hará en situaciones especiales. Tampoco debe utilizar venenos, querosene, gas-oil, alcohol, insecticidas u otros, ya que se absorben por la piel y pueden intoxicar. No rapar a los niños.
CUIDADO CON LOS HONGOS
En cuanto a los hongos, el lugar de mayor contagio es en los vestuarios y la piscina. Por eso se recomendó no circular descalzos y elegir un calzado abierto. Los hongos atacan cuando bajan las defensas y en el verano, debido al calor y la humedad, son mucho más frecuentes.
Para evitar hongos en balnearios y natatorios públicos se recomienda: Evitar circular descalzos y elegir un calzado abierto al circular por las instalaciones. Evitar lugares cercanos a la pileta donde el agua esté estancada, como pozos o charcos, ya que estas áreas son propicias para la transmisión de bacterias, virus, parásitos y hongos. Dejar secar el calzado y la vestimenta que se está utilizando antes de emplearla nuevamente. Mantener la higiene de pies y uñas. Cuidar del secado del cuerpo. No compartir toallas ni toallones con otras personas