CONSEJOS ÚTILES PARA ENFRENTAR LA OLA DE CALOR

Luego de los sofocantes días de esta semana, organismos sanitarios advierte sobre el alerta amarillo, que prevé jornadas de temperaturas que seguirán superando los 38º C. Por esta ello. A continuación le brindamos una guía a tener muy en cuenta.
En este marco, de las recomendaciones que lanzó el Ministerio de Salud de la Nación, se aconseja a la población a tomar medidas preventivas para evitar descompensaciones y golpes de calor.
Hay que destacar que las olas de calor pueden ser peligrosas, especialmente para los bebés y niños pequeños, personas mayores de 65 años o aquellos con enfermedades crónicas respiratorias o cardíacas -hipertensión arterial, obesidad y/o diabetes-.
Sobre las medidas y cuidados especiales a tener en cuenta son: Consumir alimentos frescos, como frutas y verduras; utilizar ropa suelta, de materiales delgados y de colores claros. Evitar las comidas abundantes, las bebidas alcohólicas, muy dulces y las infusiones calientes. Asimismo no realizar ejercicios físicos en ambientes calurosos. Tomar líquido antes de comenzar cualquier actividad al aire libre.
Los niños pequeños y lactantes son quienes más sufren el calor, por ello se aconseja: darles el pecho a los lactantes con mayor frecuencia. Crearles la conducta de beber agua fresca y segura. Mantenerlos en un lugar fresco y ventilado, y ducharlo o mojarle todo el cuerpo con agua fresca.
Para mantener sana nuestro cuerpo, se recomienda protegerse del sol utilizando gorros, sombrero y /o sombrilla. En el caso de nuestra piel se aconseja usar cremas de protección solar (SPF en inglés), factor 15 o más.
SIGNOS DE ALERTA
Hay signos que nos pueden mostrar si una persona está sufriendo una insolación o un golpe de calor. Si una persona siente mareos o se desvanece, hay que acostarla en un lugar fresco, bajo techo. Se le puede ofrecer una bebida rehidratante, pero nunca infusiones calientes ni muy dulces. Colocar agua fría en las muñecas proporciona alivio.
También, si la temperatura corporal aumenta, hay que sacar la ropa de la persona afectada, pasar una esponja mojada por la cara, y, en lo posible, dar un baño corporal con agua helada. También es útil utilizar paños fríos y bolsas de hielo en la cabeza.
En el caso de personas de avanzada edad y quienes trabajan en ambientes calurosos y húmedos tienen mayor riesgo de sufrir un golpe de calor. En estos casos, la temperatura corporal se eleva por encima de los 40 grados, el pulso se vuelve fuerte y rápido, se producen cambios en el estado de conciencia (somnolencia), la sudoración cesa y la piel se observa seca, caliente y enrojecida.
Otros síntomas de alerta son dolor de cabeza, sensación de fatiga y sed intensa, náuseas y vómitos, calambres musculares, convulsiones y sudoración importante que cesa repentinamente y somnolencia y respiración alterada. Frente a ellos, es imprescindible concurrir rápidamente a la consulta médica en el centro de salud más cercano.