HOMENAJE A BUENOS VECINOS - ESCUELA 16 DE VARELA

Allá por 1952, un grupo de vecinos del hoy barrio 9 de Julio, decidieron dar el puntapié inicial a la educación en el vecindario. Lo que luego derivó en la escuela 16 “Esteban Echeverría”.
Los barrios de Florencio Varela tienen una vasta historia. La que muchos no conocemos. En 9 de julio (ex Villa Gowland), allá por el 52, un grupo de pobladores fueron los impulsores para que los chicos tuvieran su escuela. Hoy homenajeamos a esos vecinos que tuvieron un sueño que sigue latente: La escuela 16 Esteban Echeverria.

Las tierras que constituyen al populoso barrio, pertenecieron a la familia Gowland (unos de los primeros pobladores del partido). Allá por 1949 sus tierras fueron venidas y adquiridas por vecinos como Domingo Zucca, Adolfo Fernández, Orlando Lenga, Antonio Ielpo, Juan Palacios, Tasende y Cándido López. Estos a su vez, formaron la 1era Comisión Directiva de lo que hoy es la Sociedad de Fomentos 9 de Julio. La institución adquirió unos terrenos de Boccuzzi y Mitre, donde construyeron un salón de 64 metros.

UN SUEÑO PARA EL BARRIO
Viendo la necesidad creciente de chicos en el barrio y el faltante de una escuela. Los integrantes de la Asociación de Fomento, ofrecieron en julio de 1953 su local para el establecimiento, la que fue concretada el 16 de abril de 1954. Las docentes fueron Olga Cavanna y Noemi P de Videla, y la dirección estuvo a cargo de María Dapena. Ese comienzo dio paso a la inauguración de la escuela Nº 16, el 3 de mayo de 1954. Sus primeros egresados fueron 7chicos en 1957.
A partir de allí, la población escolar comenzó a crecer cada vez más, y aparte del salón de la sociedad de fomento, se incorporaron como salones, una casilla, y dos vagones del ferrocarril. Con el trabajo arduo de la cooperadora, se incorporó el comedor escolar en 1962, y comenzó el proceso de adquirir los actuales terrenos de la escuela.
La escuela tiene 56 años, y entre los directivos que pasaron por sus aulas fueron: María Dapena (1954-66), Alicia Girola (1967-71 directora interina), luego desde 1972 hasta 1989 Girola es la directora titular del establecimiento. Cristina Coronel (1990-2005), entre el 2002 hasta el 2007 hubieron algunos interinatos. En el 2007 asumió la directora María Aravena. En los últimos años la escuela está a cargo de Stellia Maurizzi y Cristina Windey.
Hilda Beatriz Lopez Arguinzoniz, es hija de uno de los fundadores de la Asociación de Fomento Cultural y Deportiva 9 de Julio, y de la escuela Esteban Echeverría 16 y como ex alumna recuerda “ahí curse mi primario, estando de directora la señorita Zucarelli. Tengo muy gratos recuerdos de aquellos años. Fotos de cuando la escuela era de casilla, luminosa con un hermoso árbol de Ceibo en el medio del patio. Hace un tiempo pasé de visita, recorrí el patio y toda la escuela, que ha sufrido una hermosa transformación, a la cual estoy agradecida se la conserve tan bien”.
MI PADRE UN GRAN VECINO

Uno de los vecinos que puso su granito de arena para que los chicos hoy tengan la Escuela 16 fue Cándido López, fue socio fundador de la Asociación 9 de julio. Nació un 5 de diciembre de 1906, en Tostado, Santa Fe. De profesión, mozo y Maestro de Soldador de Autógena y Eléctrica. Alrededor de 1951, se trasladó a Florencio Varela, decidido esta ciudad porque el aire era puro para sus hijas: Noemí e Hilda Beatriz.
Cuenta una de sus hijas, Hilda Beatriz, “con solo una mirada, él observo la necesidad de una escuela donde tanto sus hijas como los hijos de sus vecinos pudieran asistir. Junto con el señor Tacende y al Baró, realizaron todos los trámites correspondientes en La Plata para que esta idea tomara forma. Ahí se suman más vecinos y con el tiempo logran el primer salón de la Asociación Cultural y Deportiva “9 de Julio”, donde comenzó a funcionar, la Escuela Esteban Echeverría”.

Ese fue el comienzo del proyecto, “los egresados de esa hermosa escuela, aún hoy continúan brindando servicio. Hoy tenemos la bendición de albergar en actividades en dicha Asociación, chicos realizando diferentes actividades. Y la escuela hoy construida de material, ya sin el ceibo en su patio, y con mucho lugar para capacitar a los chicos, que viven en el barrio. Muchos de los que pasamos por sus aulas podemos dar un enorme gracias a esa idea original, que hasta hoy sigue viva” sentencia la mujer.