“Jamás te vas a hacer la idea de que Natalia ya no esta”
Afirmaron los padres de Natalia Di Gallo al cumplirse cuatro años de su desaparición seguida de muerte.
Juan Di Gallo dialogó en exclusiva con INFOSur diario al momento de cumplirse otro aniversario del asesinato de su hija. Recordó a la joven varelense y acusó al fiscal Nievas Woodgate por el estancamiento de la causa.
-Se cumple un nuevo año de la desaparición de Natalia y el caso parecer haber quedado en el olvido...
-Dejó de ser novedad. Lamentablemente una muerte es novedad. Ya los medio no te dan cobertura por eso, acá estamos, peleándola solos.
-Sin embargo, para ustedes está muy presente...
-Lamentablemente, para nosotros, la vida sigue porque uno no tiene el valor de hacer otra historia. De a poquito le vamos encontrando un sentido. Estés donde estés te parece que ella está ahí. Vas por la calle y buscas a ver si la ves. Yo creo que jamás te vas a hacer a la idea de que no esta, de que no va a aparecer. Costó mucho tiempo creer que era ella lo que vimos en la morgue. La mamá dice que el día en que ella asimile que Natalia no va a volver, va a estar muerta porque habla todo el día con ella. La pieza está todo tal cual lo dejó. Si por nosotros fuese, cremaríamos su cuerpito y vendría en una cajita. Esa es la idea nuestra. No lo podemos hacer todavía porque la causa está abierta. Quizás, para los que no sufrieron esto, la idea es estúpida pero es lo que nosotros sentimos y lo vamos a hacer. Nadie es quien para juzgarnos a nosotros... y el que me juzgue me importa muy poco que lo haga.
- ¿Sienten que la justicia los abandonó?
-No hay justicia, es todo mugre, basura. Gracias al abogado que tenemos, que hace aproximadamente un año y medio que está, dimos vuelta la causa completa. Tal es así que sacamos al que estaba preso porque nos habían metido a un tonto, El Cabezón Ojeda. El problema es que el Fiscal -Andrés Nievas Woodgate quien está a cargo de cargo de la Unidad Funcional de Instrucción 4 de Quilmes- no es valiente, desde hace que está –dos años y un poco más- no propuso nada. Siempre espera a que nosotros le presentemos escritos, le traigamos información, propongamos testigos. Es más, me arriesgo a decir que ni sabe de qué se trata la causa.
FIN DE AÑO DE DESESPERACION
“Ella era muy rebelde. Hacía diez días que se había peleado con el novio. Nos pidió permiso para salir, pero yo jamás le di permiso dos días seguidos. Le di a elegir viernes, sábado o domingo... y ese día ya había salido el sábado. Por eso ese día le dijimos que no, pero jamás lo aceptó. Dijo que a las dos de la mañana volvía. Era el día, llego a las ocho de la noche de pescar y escucho voces en la pieza de Natalia. Era una amiga que se quedaba a dormir. A las diez de la noche, la llama la madre para que vuelva a la casa. Es el día de hoy que esta amiga la culpa a la madre por haberla llamado y dejado sola a mi hija. Ella se fue y llegó este chico –Nicolás Gómez- a buscarla”, afirma el padre de Natalia.
Juan Di Gallo terminó el 2003 con mucha desesperación: su hija había desaparecido. Empezó el 2004 de la peor manera: el 1° de enero la Policía halló el cuerpo de la chica. Había sido violada y asesinada. Ahora terminó el 2006 con mucha bronca porque el crimen sigue impune. Según contó Gómez a los investigadores, él la llevó en su Renault 11 al Parque Pereyra Iraola. Mientras se besaban en el asiento trasero del auto, dijo, un hombre rompió una ventanilla, entró al coche, lo encerró a él en el baúl y raptó a la chica.
Un caso impune y demasiados puntos oscuros
No todo es como en realidad debería ser. Los Di Gallo lo saben y lo padecen. Pese a todo, jamás bajaron los brazos en este largo peregrinar de pasillos de juzgados, autopsias y reautopsias. Puntos oscuros en una investigación que parece quiso ser abortada desde entrada. Un mensaje de impunidad que se puede leer a la distancia y con el paso del tiempo.
Para los Di Gallo “hubo muchas cosas que se hicieron mal o no se hicieron, como levantar el Renault 11 del lugar antes de hacer las pericias, desatar el cadáver en cuanto lo encontraron, romper las bolsas, poner a mi hija en el pasto, llevarse las sogas... Un ignorante como yo sabe que no se puede hacer eso. Cada vez más me parece que se trató de borrar huellas.”
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