Uno de los condenados por la Masacre de Budge cumple la pena en su casa de Varela

FUERON CONDENADOS POR LA LLAMADA "MASACRE DE BUDGE"

Es el ex suboficial mayor Juan Ramón Balmaceda. Estuvo nueve años prófugo de la Justicia. Fue beneficiado con arresto domiciliario por razones de salud. Debía pasar once años en una prisión.


Familiares de las tres víctimas de la llamada "Masacre de Budge", hecho ocurrido en mayo de 1987, levantaron la voz al enterarse de que de que uno de los efectivos que participaron en los crímenes, el ex suboficial mayor Juan Ramón Balmaceda fue había sido beneficiado con un arresto domiciliario por razones de salud, y se encuentra en su casa del partido de Florencio Varela.
Balmaceda, junto a otros dos policías de la comisaría de Ingeniero Budge (el cabo Isidro Romero y el agente Oscar Miño), había sido condenado en 1994 a 11 años de prisión por matar a tiros a Oscar Aredes (19), Roberto Argañaraz (24) y Agustín Olivera (20), el 8 de mayo de 1987. En el proceso investigativo, hay que recordar que el ex suboficial, Balmaceda antes de ser juzgado, estuvo nueve años prófugo de la Justicia
Tras conocer la novedad, familiares de Aredes, Argañaraz y Olivera reclamaron que el ex policía cumpla su condena de once años "en una cárcel común".
Durante el juicio a los policías se acuñó el término "gatillo fácil" (derivado de "La secta del gatillo alegre", de Rodolfo Walsh). Los tres policías quedaron libres tras la condena porque habían apelado el fallo. Cuando en 1998 la sentencia quedó firme, se habían fugado y resultaron "inhallables" para sus ex compañeros de la Bonaerense.
Según relatan los especialistas del caso, aquel 8 de mayo, los tres jóvenes tomaban cerveza en una esquina cuando fueron acribillados por los tres policías. El caso tuvo una enorme repercusión pública y pasó a ser conocido como "La Masacre de Budge".

NUEVE AÑOS PRÓFUGO
Balmaceda fue capturado recién en 2006, tras una campaña de afiches y actos recordatorios que los familiares realizaran cada 8 de mayo. En medio, hubo varios "operativos" fallidos para capturarlo porque la información se filtraba y el prófugo ya no estaba.

PRISION DOMICILIARIA POR INVALIDES
Según el expediente, Balmaceda sufría diabetes y en la cárcel debieron amputarle una pierna. Luego de eso su defensor pidió que fuera beneficiado con arresto domiciliario y un año después de ser detenido, en 2007, el Juzgado de Ejecución Penal 1 de Lomas de Zamora le otorgó ese beneficio.
Según el abogado, "el informe del Servicio Penitenciario decía que no estaba en condiciones de tener a un preso con esas características, con esa discapacidad. Pero hay cientos de presos con problemas similares que no recuperan la libertad, no entendemos por qué Balmaceda, que estuvo prófugo nueve años, nunca mostró arrepentimiento por la muerte de los tres jóvenes y estuvo sólo un año en prisión sí la merece", se preguntó Smietniansky.

PASA SUS DIAS EN VARELA
Desde entonces, Balmaceda cumple la condena en su casa de Florencio Varela. "Nos enteramos de casualidad, porque los abogados fueron a ver la causa. Lo que nos dijeron es que una vez que está la condena y el detenido en la cárcel, el Juzgado no tiene la obligación de comunicarles a los particulares damnificados una disposición como esta. Da a entender que podría implicar una especie de venganza de los familiares ante un atributo del Estado", explicó Gustavo Smietniansky, de la Coordinadora Antirrepresiva por los Derechos del Pueblo (Cadep).

BRONCA DE LOS FAMILIARES
El abogado Alejandro Zimerman, que representa a los familiares de las víctimas, señaló que su apelación fue rechazada, por lo que ahora recurrirán a Casación. Dijo que el beneficio de la prisión domiciliaria no es una obligación sino una facultad discrecional del juez que la otorga.
Por su parte, los abogados del imputado aseguran que Balmaceda está en su casa y hasta llegó a pedir custodia policial los días en que las familias de las víctimas recuerdan la masacre. "Tenía miedo de que fueran a escracharlo", aseguró.