María Cristina Gómez, la madre del tatuador, luego de tres largos años de intensa lucha, pudo ver, en los Tribunales, la cara de “Pepo” Leiva, quien sería uno de los jóvenes que participó en la agresión a su hijo, en la madrugada del 13 de enero del 2008. Si bien se mostró satisfecha con el desarrollo del primer debate, las mujer oriunda de San Juan Este, destacó que “todo se verá el martes cuando se presente el nuevo testigo, que salió a la luz en la jornada de hoy” dijo.
Por otro lado, la vecina aclaró sentirse muy conforme por el trabajo de la fiscal, ya que en la causa y juicio que se inició en la mañana de ayer “se presentaron y declararon tres personas con identidad reservada. Estas habrían podido ver la situación en la que fue herido y golpeado mi hijo”. Además dijo que “en un barrio donde la gente tenia mucho miedo de contar lo que pasaba, estos tres testigos, demuestran que mis pedidos a la gente dieron resultado. Ahora espero que los culpables paguen por lo que hicieron” sentenció.
En tanto, el letrado que patrocina a los Ríos, el doctor Ceballos, manifestó a este medio que “acá hoy el Tribunal escuchóo a los testigos, y creemos que esta pronto a saberse la verdad de lo que sucedió en aquella madrugada”.
EL DOLOR DE UNA MADRE
Frente al tribunal, y a metros de quien sería uno de los implicados en la muerte de su hijo, María Cristina, contó y relató con lágrimas en sus ojos, la vida de Guillermo, quien a los 37 años tenía un micro emprendimiento artístico, una casa de tatuajes. La que le daba una gran satisfacción, ya que en la zona son varios los que llevan plasmados en su piel sus obras.
“No fue justo lo que le hicieron a Guille. Mi hijo no se mereció eso. Incluso a ese tal Pepo mi hijo le hizo un tatuaje que lleva en su pierna” dijo Gómez, a metros de “El Pepo” que escuchaba atentamente las exposiciones.
LOS TESTIGOS
Pasadas las 10: 30 horas, en el cuarto piso de los Tribunales de Quilmes, iniciaron las exposiciones de un número superior a diez testigos, en la causa Ríos. Entre las declaraciones que se escucharos se encontraron: la ex novia del tatuador, una joven de 25 años; dos efectivos de la policía bonaerense, que prestaban servicio en la seccional Varela 3ra, que llegaron ante un alerta del 911 al lugar de los hechos. Además de dos peritos policiales que participaron de la investigación criminal. También la madre de Ríos, uno de sus hermanos, y unos cuatro vecinos del barrio San Juan Este, que se habrían cruzado con la victima horas antes e su muerte, a los que se le sumaron los testigos de identidad reservada.
Finalizadas las declaraciones de testigos, los jueces del Tribunal Oral N 3, acordó con la fiscalía y la abogada del imputado, pasar a un cuarto intermedio hasta el martes 15 de marzo a las 9.30 horas, donde se estera la presencia de un nuevo testigo en la causa. Testigo que habría salido de las declaraciones de quienes estuvieron ayer en el juicio.
UN ÚNICO IMPUTADO
En el juicio por la muerte de Guillermo Ríos, se encuentra siendo juzgado Omar Leiva, apodado “Pepo”. Para la madre de la victima, “Pepo fue el único que se hizo cargo, pero también figuran en la causa uno pibe que le decían Huguito, que era conocido en el barrio, y que desapareció después de la muerte de mi hijo” dijo la mujer, quien aclaró que aguarda que la sentencia porque “quiero ver a los que mataron a mi hijo tras las rejas” sentencio.
AQUELLA NOCHE TRAGICA
En aquel momento, mediante testimonios de vecinos y según los efectivos policiales, que participaron de la recolección de testimonios en el vecindario. Se pudo saber que, la golpiza, que derivó en la muerte de Guillermo Ríos, se produjo entre las 4 y las 5 de la madrugada del 13 de enero del 2008. Recordemos que Ríos fue encontrado en la calle 893, entre 884 y 886, del denominado Barrio San Juan, a metros del ingreso al predio que tiene el club Defensa y Justicia en Bosques, su cuerpo se encontraba golpeado con brutalidad.La autopsia demostró que “El tatuador” murió a causa de los golpes en la cabeza, el estomago y la espalda.
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