lunes, 13 de junio de 2011

Taquígrafos: historias de ayer y hoy en los debates más importantes de la región


Anécdotas, conocimientos y una profesión que sigue presente en los órganos parlamentarios, aunque las tecnologías sean cada vez más usadas, ellos siguen siendo el elemento de sesiones en todo el mundo. Incuso organismos internacionales archivan sus jornadas con taquígrafos. En la Argentina, se dejó de dictar hace dos décadas esta materia. Hoy quedan 400 especialistas en taquigrafía, que enseñan entre si sus conocimientos.


Muchos de ellos desarrollan una tarea de gran valor para el ámbito parlamentario, legislativo, no solo en la argentina sino en todo el mundo. Antes era una materia más en los colegios secundarios con orientación contable, y así una salida laboral. Con el paso de los años, eso cambió, y quedan pocos los que despliegan el conocimiento de transcribir la palabra hablada en símbolos y en muy rápido tiempo. Hoy les presentamos a los taquígrafos del Concejo Deliberante de Florencio Varela-.
Alfredo Vitale, Gabriela Farjat,Gerardo Angrisani, Roxana Benítez y Daniel Huertas, son algunos de los taquígrafos que quien se acerca a una sesión del Honorable Concejo Deliberante, puede encontrar en una mesa ubicada frente a los ediles. Siempre atentos a cada expresión manifestada por los concejales.


La taquigrafía es un sistema de escritura veloz, que permite escribir a la velocidad de la palabra oral. Se basa en la utilización de una serie de rasgos rectos y curvos, finos y gruesos, así como otras figuras como círculos grandes, medianos y pequeños, elipses grandes y pequeñas, y otros recursos, para representar básicamente las letras del alfabeto de una manera simplificada. De acuerdo con la posición en que se dibujen, por encima del renglón, sobre éste o por debajo, esos signos contendrán implícitas las vocales A, E-I y O-U, respectivamente.
Ellos, vienen desarrollando esta actividad desde hace década. Incluso Daniel Huertas, hoy jubilado de la profesión, pero quien de vez en cuando, se acerca a brindar alguna colaboración con sus ex compañeros, nos cuenta que “en 1964 llegué al Concejo y vi muchos y grandes debates. Hoy estoy jubilado pero cuando puedo me acerco y colaboro en alguna sesión” y recalca “tengo algunos años en esto”.


Gabriela Farjat, es taquígrafa hace más de 12 años. Ella desarrolla el método más moderno de la taquigrafía, que es el que se desarrolla a máquina. Y cuenta que “en la secundaria tuve la materia me gustaba pero no tanto. Un día acompañe a una amiga al Congreso y ahí dictaban taquigrafía a máquina y me encanto la idea y me puse a estudiarlo. Soy taquígrafa parlamentaria y todo el tiempo estamos capacitándonos para no perder el ritmo” insiste.
Gerardo Angrisani, está en la taquigrafía hace varias décadas y desde su punto de vista esta profesión es una herramienta indiscutida en los organismos de todo el mundo, incluso asegura que “en la ONU y los organismos internacionales están los taquígrafos tomando notas de todo lo que se dice. Y aunque se viene hablando desde hace muchas décadas de que con la tecnología iba a desaparecer la taquigrafía, para esos que lo decían, acá estamos haciendo nuestro trabajo sin importar los años. La educación está en deuda porque en unos años vamos a necesitar la incorporación de nuevos taquígrafos y no los vamos a tener”.

LA DESTRUCCIÓN DE LA TAQUIGRAFIA

La definición de “taquígrafo es el profesional capacitado para tomar nota de una exposición a la velocidad del orador. Esto significa que este registra todas las palabras vertidas por el expositor en su discurso, las que luego traduce al idioma nativo” expresan los manuales de la década del 80.
Farjat, Vitale, Angrisani y Huertas destacan que reconocen a la taquigrafía como un elemento clave para distintos ámbitos. Todos la conocieron en sus estudios secundarios, en la materia que llevaba el nombre de estenografía. Dicha materia dejó de ser dictada en las escuelas en la década del 90, para Daniel Huerta, esa fue una gran destrucción de la profesión, ya que “se sacó la taquigrafía por la computación, y ambas son cosas totalmente diferentes, pero complementarias. Hoy con las tecnologías como los grabadores, nos son un apoyo, pero no remplazan a la taquigrafía, porque muchas veces en un debate, un edil cuestiona lo que se dijo, y nosotros rápidamente sin rebobinar un cassette o un soporte digital le expresamos textualmente lo que él dijo y lo fundamentamos con el soporte de grabación. Durante más de 40 años yo trabaje sin una red, hoy los nuevos dispositivos nos acompañan pero no superan a nuestra profesión” recalca Huertas.

LA HISTORIA NARRADA POR UN TAQUIGRAFO
Daniel Huertas un taquígrafo de ley por más de 40 años narro las sesiones del HCD varelense

Daniel Huertas, es un taquígrafo de ley. Llevó adelante esta profesión hasta hace unos años cuando se jubiló, pero igualmente en ciertas ocasiones se lo puede ver colaborando con sus ex compañeros del HCD Varela.
Su llegada al Concejo Deliberante de Florencio Varela fue en el 1964. En primer momento, llegó por un remplazo, y meses después comenzó a trabajar en cada sesión legislativa. Para 1965, el titular del cargo se fue y cuenta que “me quede hasta que llegó la Revolución Libertadora, en donde me dediqué a otra actividad administrativa en la Cámara. En el 73, volví al Concejo que estaba en La Patriótica de calle Monteagudo. Recuerdo que el intendente Fonrouge y apreciaba mucho a los taquígrafos. Ahí estuvimos hasta el 76 que vino el golpe militar” dice Huertas.
Ya en democracia, 1983 volvió la actividad legislativa y ahí “vino Lucio, y otros taquígrafos, y desde ese momento volvimos a la actividad”. El taquígrafo más antiguo del Concejo recalca que se jubiló en la provincia, pero igualmente colabora en ciertas ocasiones con el grupo del Concejo de Varela.
Sobre su experiencia en las sesiones, Daniel Huertas, ilustra que “hubo una evolución positiva en el Concejo, porque cuando yo entre el nivel de los ediles no era tan bueno, salvo 2 o 3 que venían con alguna formación. Eso sí, entre esas personas se daban unos debates muy ricos y largos de hasta largas horas de la madrugada, porque en aquellos tiempo la sesión se realizaba a las ocho de la noche los viernes, había barra toda la noche y se hacía política desde las bancas”. La metodología en las sesiones, asegura el experimentado taquígrafo, cambó con la llegada de Julio Pereyra al Concejo, ya que éste dispuso que las sesiones se realizaran por la mañana.
En el marco de haber visto pasar a muchos políticos, Huerta, manifiesta que “se nota un avance de la democracia, porque hoy tenemos una calidad de ediles que mejoró con el correr de los años, tenemos personas capacitadas y otras que se interesan en dar un lindo debate. También en la parte administrativa cambio para bien, porque hoy los taquígrafos tenemos nuestros elementos antes del inicio de la sesión, que es fundamental para nuestro trabajo”.

TEMOR AL FUTURO DE LA TAQUIGRAFIA
La taquigrafía, tiene como ventaja de brindar una gran agilidad en la toma de datos. Pensar que normalmente una persona escribe a una velocidad de 40 palabras por minuto, y con gran esfuerzo, mientras que un taquígrafo puede escribir cómodamente a 120 palabras por minuto, y alcanzar velocidades superiores a 180 palabras por minuto. Esa diferencia en velocidad de escritura permite, por ejemplo, tomar notas muy completas de exposiciones, cursos, conferencias, que luego sirven para estudiarlas y repasarlas, logrando de esta forma extraer un mucho mayor provecho del tiempo empleado en esas actividades.
Dado a que ya no se dictan las clases en las escuelas como hace dos décadas atrás, el temor de quienes desarrollan esta profesión es bastante grande. Daniel Huertas, un especialista por más de 40 años en la materia asegura que “la verdad que si es preocupante porque los taquígrafos somos un grupo muy reducido. En el país somos 400, nada más. Es una gran tristeza no ver ningún aviso publicitario en donde se pida taquígrafo, más pensando que los cuerpos de taquigrafía son de edades avanzadas, y esto se tendría que ir renovando. Hoy los jóvenes que desarrollan o conocen nuestra profesión es porque se acercaron a nosotros y nos consultaron como aprenderlo porque ya no hay donde se dicten, por eso algunos colegas también en su afán de que esta actividad persista dictan cursos de taquigrafía” sentencia preocupado.

GRANDES ESCRITORES UTILIZARON ESTE METODO
Cuentan en la historia de este método, que grandes escritores, novelistas y poetas de la literatura universal como Charles Dickens, Mario Benedetti, José Hernández, utilizaban la taquigrafia, ya que esta le permiten plasmar en el papel las ideas que repentina mente surgen en la mente, o elaborar textos con mayor facilidad, en cualquier momento y lugar, simplemente contando con una hoja de papel y un lápiz.

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