En las últimas décadas
las mujeres han dejado atrás, prejuicios, pre conceptos y hasta mandatos
sociales. Asi es que hoy muchas féminas dirigen empresas de renombre, coordinan
investigaciones científicas, y hasta se subieron a automóviles de competición
para competir de igual a igual con los hombres. Ese es el caso de para Natalia
Masip, cuya historia narra una vida de lucha por ingresar a bailar en el Teatro
Colón, pasando por dejar todo y manejar en lo autódromos de todo el país, hasta
sobrellevar la crianza de sus hijas.
Natalia Masip, tiene 30
años, es madre y vecina de Florencio Varela. Hace 11 años dio un giro de 180
grados en su vida, pasó de soñar integrar el cuerpo estable de bailarines del Teatro
Colón a buscar un lugar en las máximas competencias del automovilismo nacional.
“Era bailarina
clásica becada en el Colon, tenía una
vida muy aplicada, y no estaba completa. Me faltaba algo” comenta Natalia,
quien aclara que todo en su vida cambio un 21 de septiembre “estábamos
celebrando el día de la primavera y me invitaron unos amigos a subirme a un
karting. Apenas sabia manejar y me lance como un juego. Recuerdo que gane y al
salid de la pista mi vida cambio para siempre. Dejé todo lo que antes asi por
el automovilismo”.
Por casualidad, ese día
para Natalia Masip comenzó el comienzo de su gran sueño, correr en circuitos de
automovilismo. “Ese mismo día al salir de la pista, y apareció un piloto que me invitó a competir en Cañuelas, y dije que sí.
También ahí ganamos, y a partir de ese momento me empezaron a convocar para que
corriera en otros sitios. Todo se dio muy rápido y nunca dude en darme cuenta
que este era mi nuevo camino” comenta la joven corredora.
En sus 11 años de
carrera en las pistas, Masip lleva cosechados cientos de trofeos “¼ de milla,
rally, moto de pista, y otras tantas categorías. “ Me veían correr y me
invitaban a otras competiciones. Así
comencé y nunca más me baje del auto” asegura.
DE LA ZAPATILLAS DE
DANZA A LAS ALTAS VELOCIDADES
Para muchas jóvenes subirse a un escenario de
ballet es un sueño, y Natalia por muchos años corrió tras ese objetivo, hasta
que su vida cambió y colgó las zapatillas de baile, se puso los guantes, el
casco e inicio a cosechar títulos en carreras de autos.
“De niña mis padres
insistieron en que me convirtiera en esa princesita de tutu y así lo lograron
estudie danzas clásicas durante 11 años, fui becada el Teatro Colon durante 4
años consecutivos, mientras también estudiaba piano y francés, y así pasaba mi
vida de puntas de pie" relata en su facebook Natalia, quien aclara que
siempre tuvo esa predilección por los autos subiéndose a chevi de su papá y
practicando con el motor apagado, también manejando una moto de su mamá a los 9
años.
“Dejar las zapatillas y
el tutu por los motores, no le gustó mucho a mi familia. No estaban muy de
acuerdo que después de 12 años de tanta lucha
para conseguir entrar al Colon dejara todo por los autos y la velocidad.
Pero por suerte, hoy a 11 años de aquel comienzo en el automovilismo ellos me
están alentando y acompañando en este camino” cuenta la joven.
“Entiendo a mi mamá y a
mis tías que no debe de ser fácil ver
que corres a 280 km por hora contra un paredón, pero eso es lo que yo decidí
y gracias al apoyo de mucha gente estoy haciendo realidad mi sueño de competir”
recalca Masip.
UN LARGO CAMINO PARA
CONCRETAR SU SUEÑO
Entre sus anécdotas de adolescente, relata la joven
“a los 15 años empecé a correr en karting en Cañuelas, la carrera era de 2
pilotos y ganamos. A los 18 un amigo tuvo fe en mi y me presto su CBR 450 para
correr, luego siguieron CBR 600 F2, 900 RR y ZX 1”.
“Todo siguió hasta que alguien le comento a mi papá
que me iba a matar, que estaba corriendo.
Ese día cuando llegue a casa, me agarro mi papa y me dijo que no me iba a esconder las llaves
del auto pero que lo que rompía era mi responsabilidad. Me sentí y bueno así
empecé con el amor por el derrape, las curvas los frenitos de mano el caucho
quemado , la mecánica los leva , los antiflamas el Mouras y las banderas a
cuadros” asegura emocionada.
UNA NUEVA META EL TURISMO ARGENTINO 4.000.
Hoy, Natalia Masip tiene 30 años, es mamá de dos
niñas, las cuales según cuenta también
aman la velocidad, y la acompañan en cada una de sus competencias y travesías.
El pasado 29 de julio,
organizó el primer mega evento de automovilismo de la zona sur, para recaudar
los fondos necesarios para lograr incorporarse a la categoría Turismo Argentino
4.000.
En esa ocasión, la
acompañaron más de 220 autos de colección, motos, y también representantes de
categorías del automovilismo nacional. El evento fue un éxito, dado a que pudo
conseguir además del amor de los varelenses y amantes del deporte, los sponsors
que solventaran su nuevo sueño.” Estoy dispuesta a representar el genero y al
distrito en cualquier parte del país. Será un orgullo hacerlo” sentenció a este
medio Masip.
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