Rampas obstruidas, accesos a edificios públicos o estaciones de trenes y hasta una simple vereda se transforman en gigantescos obstáculos para personas discapacitadas, que muchas veces necesita la ayuda de un transeúnte solidario porque la infraestructura no es la adecuada.
La vida por la ciudad para las personas en silla de ruedas no es fácil y “mucho menos en Claypole”, señalaron los vecinos indignados haciendo referencias a las dificultades que se les presenta en la estación de ferrocarril, veredas y plazas. “Es casi imposible trasladarse por el barrio y sus alrededores, en cada esquina hay un obstáculo muy difícil de sortear”, indicaron los vecinos.
Uno de los problemas más graves se encuentra en la estación de ferrocarril de Claypole donde en el andén hay construida una rampa muy grande pero se olvidaron de construir una para el acceso a la estación.
“Al bajar del tren se ve con agrado que el piso del vagón coincide con el andén y luego se observa en la cercanía una rampa para sillas de ruedas para descender del andén elevado pero más adelante nos encontramos con la vía muerta que se interpone entre la persona y la continuación de su camino”, detalló Marisa Martínez, vecina e integrante de una comisión barrial.
Y agregó: “Queremos que las condiciones sean las adecuadas para que nuestros vecinos se trasladen de un lugar a otro de Claypole con la misma facilidad que cualquiera y no que a cada paso haya obstrucciones en cada esquina”.
Pero los residentes del lugar enumeran algunas situaciones que se presentan en la ciudad y que impiden el paso adecuado. “Para circular por las veredas de nuestra ciudad deberá sortear infinidad de dificultades como un cordón preparado para la rampa pero los desperdicios de una demolición se encuentra colocado sobre la vereda y tapa por completo la rampa que está ubicada en la intersección de Román Bravo y Lobato.
Las dificultades aparecen en las mayoría de los barrios de la región y de la Provincia, las rampas en veredas, plazas y hasta en edificios públicos son casi inexistentes. Es por eso que los vecinos de Claypole quieren cambiar esa situación y decidieron ellos mismo comprobar como muchas cosas no se cumplen y nadie hace nada por modificarlo.
Otro de los ejemplos que apareció en la memoria de los vecinos fue la falta de control de tránsito, ya que los vehículos estacionan sobre la acera como en el caso de Salaberry esquina Félix Lora o automóviles que impiden el paso, no sólo de un discapacitado sino de cualquier peatón que quisiese cruzar la calle por una esquina.
Los casos se agregan a medida que los vecinos detallaron cada punto de su barrio. “Además la plaza Re que se acaba de inaugurar tiene un desnivel de unos pocos centímetros de diferencia entre el pavimento y la rampa, pero suficientes para que la silla, sin ayuda de otra persona, pueda seguir su periplo en forma fluida”, sostuvo Martínez.
El barrio hace tiempo que cuenta con esas deficiencias y los vecinos comenzaron a reunirse en comisiones para solicitarle a las autoridades una mejora en cada una de los espacios públicos
En el Conurbano hay 14 por ciento de discapacitados
Si bien la discapacidad suele pensarse muchas veces como un problema sensorial o de motricidad, la problemática es mucho más amplia y alcanza a pacientes con enfermedades mentales, viscerales, de riñón y dificultades respiratorias. En consecuencia, según el Programa de Rehabilitación de la provincia de Buenos Aires, en promedio, un 12 por ciento de la población sufre algún tipo de discapacidad, pero llega a 14 por ciento en el Conurbano.
El Programa tiene a su cargo la atención integral de minusválidos con acciones de prevención, tratamiento y rehabilitación. Aunque está desarrollando un software que en poco tiempo más permitirá acceder a información mucho más detallada, las proyecciones en base al último censo poblacional indican que en la actualidad, sobre un total de algo más de 15 millones de personas, hay en territorio provincial 1.931.944 discapacitados.
No obstante, el 12 por ciento es sólo un promedio. Mientras en el interior la cifra se reduce al 10 por ciento en el Conurbano la problemática alcanza al 13,9 por ciento.
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